Los niños y las mascotas: un vínculo que fortalece

Las relaciones y los vínculos entre las personas y las mascotas han existido desde hace muchos años, desempeñando un papel utilitario para ambos. Recientemente, se ha estudiado como la interacción humano-animal impacta en el bienestar físico, psicológico y social. A continuación se describirán brevemente el impacto y los beneficios para los niños que traen consigo integrar una mascota dentro de la familia.

Beneficios físicos

La interacción con una mascota favorece la prevención y el afrontamiento de diversos tipos de enfermedad y facilita la rehabilitación.

Una mascota promueve, a través del juego o paseo, la actividad física y tiene un efecto de activación en los niños, contribuyendo a gastar energía y evitando el sedentarismo.

Se considera que la presencia de una mascota ayuda a relajar al infante. Acariciar a un perro o gato tiene efectos positivos en el manejo del estrés. Se ha estudiado y comprobado que la tenencia de una mascota, sin importar la especie, ayuda a regular la presión arterial.

Dados los efectos positivos de la interacción humano-animal, se han desarrollado estrategias que incorporan animales en los procesos terapéuticos psicológicos, médicos y de rehabilitación. A este conjunto de estrategias se les llama “Terapia Asistida con Animales” (TAA), e incluye terapias con objetivos diversos, con especies variadas y con estrategias múltiples, que tienen en común la búsqueda de mejoras en la salud, mediante el uso dirigido de la interacción de los pacientes con los animales.

Beneficios psicológicos y sociales

Los niños generalmente establecen vínculos emocionales y afectivos fácilmente con las mascotas, asumiendo un rol de pares, asumiéndose como iguales.

Los niños que poseen mascotas pueden empezar a asumir responsabilidades, permitiendo que intervengan en los cuidados requeridos por las diversas especies animales. Pueden participar, por ejemplo, en la alimentación o en las actividades de higiene y limpieza de las mascotas.

Las mascotas también promueven la confianza y exponen a las personas a encuentros con otros propietarios en lugares públicos, favoreciendo así el inicio y desarrollo de relaciones interpersonales positivas. 

La interacción con animales ayuda a centrar la atención, estimula la interacción social, mejora el sentido del humor, favorece el contacto físico y las demostraciones de afecto tanto con la mascota como con otras personas. En consecuencia, parece servir como protector de las personas, incluidos los menores de edad,  contra la soledad y la depresión. 

También favorece la independencia, el sentido de valor y utilidad para otros, y la motivación. Incentiva un estado afectivo positivo, un aumento de la autoestima y un sentido de logro. Para los niños en edad escolar, las mascotas facilitan aprendizajes relacionados con biología. 

Diversos estudios han demostrado que niños que han recibido programas educativos sobre trato humano hacia los animales no sólo muestran un incremento en la calidad de dicho trato, sino que muestran mayor empatía por otras personas.

Ahora que conoces sobre los múltiples beneficios que tiene una mascota en el desarrollo y bienestar de los niños, te invitamos a que elijas la que más se adecue a tu familia y consideres brindarle siempre el valor y los cuidados que necesita.